Consejeros votaron ayer miércoles en sesión plenaria
CORE NO ACOGIÓ PROPUESTA PARA AMPLIAR EN 10 MIL HECTÁREAS RADIO URBANO DE LA REGIÓN METROPOLITANA
Sólo en dos años más se podrá reingresar una nueva iniciativa que permita modificar la regulación urbanística de la ciudad.
Santiago, 1 de julio de 2010.-
Tras cerca de cuatro horas de discusión, el Consejo Regional (CORE) decidió ayer miércoles no acoger el proyecto que modificaba el Plan Regulador Metropolitano de Santiago, propuesta que el Ministerio de Vivienda presentó en 2008 para su tramitación y aprobación.
La iniciativa, que fue objetada en sesión plenaria por 14 votos contra 12, contemplaba, entre otros puntos, ampliar en casi 10 mil hectáreas el radio urbano de la capital, posibilitando su expansión para proyectos de viviendas sociales, áreas verdes y equipamiento comunitario.
Para el Intendente y presidente del CORE, Fernando Echeverría, esta resolución implicará, a su juicio, acentuar la segregación social en la capital, ya que, al no existir terrenos a bajo costo en la ciudad, los proyectos de viviendas sociales deberán ejecutarse en zonas rurales o alejadas de las fuentes laborales.
"La norma exige, para la construcción de viviendas sociales, que los terrenos tengan un costo no superior a una Unidad de Fomento (1 UF) por metro cuadrado, y esos valores no son posibles encontrarlos hoy en el Gran Santiago", indicó Echeverría.
La autoridad metropolitana recordó que esta iniciativa se tramitó durante 3 años y medio, oportunidad donde pasó por distintas etapas, incluida las consultas a los municipios.
"El rechazo a esta iniciativa tiene un impacto social, ya que la ciudad carece de nuevos terrenos para construir viviendas básicas, por lo que nuestros ciudadanos más pobres, aquellos que carecen de vivienda, tendrán que seguir esperando", agregó el Intendente Metropolitano.
En tanto, la Seremi de Vivienda, Marisol Rojas, explicó que con la decisión del CORE las posibilidades de estudiar y aprobar un nuevo proyecto de ampliación urbana para la Región Metropolitana se retrasan por lo menos dos años, ya que deben someterse a la aprobación de impacto ambiental.
Entre los argumentos entregados por los consejeros que desaprobaron el proyecto, se cuestionó que el PRMS garantizaba sólo 8 por ciento para viviendas sociales en los proyectos que se construirían en la zona de extensión, señalando que el mínimo debía ser de 20 por ciento.
También se esgrimió que la expansión del radio urbano podría favorecer a grandes proyectos inmobiliarios y no necesariamente beneficiar la construcción de viviendas sociales.
El proyecto consistía en la incorporación de cerca de 10 mil hectáreas de uso urbano en la Región Metropolitana, de este total, un 60 por ciento sería para uso habitacional mixto (5.541 hás. de expansión condicionada, más 978 hás. de reconversión industrial) y el restante 40 por ciento para áreas verdes.
Asimismo, la modificación planteaba reducir los patrones de segregación acercando las viviendas sociales a los centros de empleo; actualizar el trazado de la vialidad estructurante mejorando conexión entre la periferia y los centros de empleo. Todo esto con miras al 2030 donde se estima que la región crezca 1.6 millones de habitantes.
El presidente de la Comisión de Ordenamiento Territorial e Instrumentos de Planificación del CORE -instancia donde se analizó esta propuesta-, consejero Manuel Urrutia, sostuvo que "este Consejo Regional ha discutido por a lo menos 3 años la modificación ha propuesta por el Ministerio de vivienda".
Urrutia acotó que "hay 3 temas que han quedado como preocupación en este consejo:
uno, el tema de viabilidad estructurante
dos, la materialización de áreas verdes y cómo se mantendrán
y por último, el tema porcentaje destinado para vivienda social".