El cuadro paisaje desborda, satura y representa.
se cristaliza el deseo de autor por un paisaje no gris, la integración es posible en el cuadro, pero limitrofe en la realidad, mas bien reaccionalidad...
observación performativa pero distante, ciudad fracturada y sin reposo, avanza deforme, y multiplica sus espacios controlados y no-lugares indeseados.
Los sujetos tratan, pero no pueden, se arrejuntan, pero los cuentan juntos, conversan, pero se los cuentan juntos, se sujetan de otros sujetos, pero los sujetan juntos, estarían contentos de hacer un cuadro real,
una escena potente, un acto de arte-sano que logre fugar la creatividad...
las montañas siempre altas, pero el paisaje SE aleja..
R.ARANSAURIO
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